A pesar de que en su declaración Lucas Gordillo (30 años) se adjudicó la autoría del hecho, no logró despegar a todos sus amigos del crimen de Pablo Maximiliano Mariotti (36 años). Por lo menos Alexis Yamil Salis (23 años) también seguirá imputado como coautor del homicidio.
Entre el 5 y el 7 de febrero de 2020 Mariotti, quien había comenzado una sociedad como prestamista con Gordillo, fue asesinado en su casa de Lamadrid al 1.300. La víctima fue estrangulada y su cuerpo apareció varios días después enterrado en un taller de Olleros al 100, al sur de la capital. Los criminales luego quemaron la casa del prestamista y dejaron su moto abandonada en Las Talitas para desviar la investigación.
Hasta ayer, la acusación sostenía que Gordillo, Salis, Rodolfo Jesús Morán, Solange Manzaraz Beltramino (ex pareja de Gordillo) y los rondines José Miguel Escudero y Ramón Osvaldo Manrique (empleados de Gordillo), habían sido coautores del homicidio del prestamista. Esa teoría se modificó luego de escuchar la declaración del principal imputado.
¿Fue una confesión o simplemente una nueva declaración? Lo cierto es que el imputado no terminó de convencer a todos, principalmente a la fiscal de Cámara Marta Jerez, que le preguntó cómo había logrado estrangular sólo a una persona de condiciones físicas similares.
Discusión por dinero
Gordillo relató ayer que el 5 de febrero de 2020 pactaron encontrarse con Salis en casa de Mariotti. Su amigo anhelaba alquilar una casa y su socio tenía inmuebles en alquiler. Lucas planteó que se presentaría como garante de Salis, pero ese día llegó antes de lo esperado. Mientras aguardaban por Salis, los socios comenzaron a hablar de su negocio y discutieron por un dinero que faltaba cobrar. Mariotti le habría reclamado la suma y Gordillo le habría respondido que el cliente los había estafado y que debían aceptar que ese era uno de los riesgos del negocio. La víctima en ese momento se habría enfurecido y habría insultado al acusado. Se levantaron de la mesa y comenzó una pelea a golpes de puño. Durante el pleito Gordillo derribó a Mariotti y viendo que había un cable a mano comenzó a estrangularlo. Dijo que le causó la muerte en ese contexto y sin la ayuda de nadie.
El imputado explicó que luego llegó Salis y que le pidió ayuda para deshacerse del cuerpo. Al no lograr ese objetivo, al día siguiente el dúo le pidió colaboración también a Morán: “él es mi amigo de la secundaria, alguien de mi confianza y yo no sabía a quien más recurrir”.
Gordillo señaló que sus dos amigos sólo lo encubrieron. Aseguró además que su novia nunca supo que la valija que dejaron en su casa contenía dinero y títulos de propiedad de la víctima y reconoció que complicó a sus empleados, principalmente a Escudero, a quien le pidió que condujera la moto de la víctima diciéndole que era de su propiedad.
El tribunal integrado por Wendy Kassar, Luis Morales Lezica y Fernanda Bähler escuchó atentamente la declaración de Gordillo y de Morán; este último reiteró que no participó en el crimen pero reconoció que sí ayudó luego a su amigo (encubrió).
La fiscal no creyó del todo en la presunta confesión. Consideró que en el hecho debió haber intervenido más de una persona, pero viendo las pruebas que se expusieron en el debate oral debió plantear una imputación alternativa. “Considero que el homicidio fue conocido por Morán, Escudero y Manrique, que omitieron ir a hacer la denuncia y ayudaron a los autores a borrar pruebas que eran elementos necesarios para la investigación”, señaló Jerez, que imputó a los tres mencionados por encubrimiento.
Hoy en los alegatos se conocerá qué expectativa de pena solicitará el ministerio Público para los imputados y también cuál será la postura que adoptará cada defensa.
Seguirán presos: rechazaron el planteo de un defensor, que pedía la libertad para los rondines
Apenas terminaron de declarar los imputados Lucas Gordillo y Rolando Jesús Morán, el defensor Francisco Torres, quien asiste al rondín Ramón Osvaldo Manrique, solicitó la libertad del acusado. También indicó que se considere otorgarle -al menos- el arresto domiciliario a los imputados que alegaban problemas de salud y que apenas fueron nombrados por Gordillo y Morán. La fiscal Marta Jerez se opuso rotundamente a ese planteo y finalmente el tribunal le dio la razón. Por otra parte, ante la nueva acusación por encubrimiento, Torres aseveró que hoy se presentará a declarar un testigo en defensa de su cliente.